lunes, 5 de abril de 2010

POEMAS DE SEBASTIÁN II

NOSOTROS


Escribir sobre nosotros
¿Por qué no?

Si es el primer recuerdo que besa mi
mente en descanso

Mis manos buscan un lugar cálido
o quizá ruegan ser estrechadas entre tus manos...

Tu rostro baña mis ojos desvelados:
Empiezo a recordar la pureza de tu piel,
la amplitud de tu pecho, donde solía
descansar cuando sentía vergüenza de los hombres.

Recuerdo la ternura con la que amabas,
la aventura de tus fuertes brazos,
mientras perseguía el premio de tus labios.

Tus besos cerraban la puerta a los enemigos,
nuestro territorio era una inmensa cama;
sabanas blancas y perfumadas
que siempre aguardaban nuestros cuerpos rendidos.

Tu radiante espíritu fortaleció las columnas
de nuestro nuevo mundo,
y el cielo ya no se vino abajo, nunca más, ante mis ojos

Tendría mucho que decir sobre nosotros,
porque era nosotros no tú o yo.
Porque fuimos dos huérfanos
que remendamos nuestras almas
y que hasta el día de hoy aún a la distancia
se aman.



EN LA CAPITAL



Remedo de existencia,
bajo el cielo que heredarán nuestros hijos.
Los días pasan amargos como el bocado que
pugna por resbalar sin ser deseado
hasta que un sonido nos dice que es necesario
una vez más.
Situados en algún paradero;
quedaremos insolados,
sucios de hollín
y atrapados en un mar de autos.
La palabra consuelo no existirá en nuestro diccionario,
sólo hay paginas de hambre, miseria e injusticia.
Retenemos el grito,
contenemos las lágrimas,
sabemos que no es tiempo.
Agitamos las manos
los sombreros rotos;
agitamos la mirada en busca
de una furtiva luz.

Las pistas negras y consumidas
marchitan nuestros pechos,
el polvo ha creado un desierto
en la superficie de nuestros corazones.
La noche irrita nuestra soledad, nuestra desventura;
ahora todo es grave, todo es intocable, todo es lejano.

Bajo la silla de algunas parque
queremos huir del poste
que se prende y apaga,
del coro de grillos,
de algunos perros hambrientos.

Queremos huir del silencio
que hiere nuestros ojos,
del dolor que mana de
nuestro pecho.
Querremos huir de la nostalgia
de nuestra tierra.