miércoles, 28 de marzo de 2012

Del 29 al 31 de marzo se celebrará en Lima el FipLima una gran movida literaria donde disfrutaremos de la poesía en vivo de consagrados poetas peruanos y la asistencia de poetas extranjeros. Aquí les dejamos el programa anímense están invitadosaqui esta el programalo: http://www.fiplima.blogspot.com/2012/03/programa-fiplima-2012_15.html

domingo, 25 de marzo de 2012

MARIELA DREYFUS

GENERACIÓN 80


MARIELA DREYFUS (Lima, 1960).Ha publicado los poemarios Memorias de Electra (1984), Placer fantasma (1993; Premio de Poesía Asociación Peruano-Japonesa, 1992), Ónix (2001) y Pez (2005). Morir es un arte (2010).


EQUINOS


Como todas las potrancas de este mundo
Cabalgo me encabrito y al borde de la noche
Cedo mis ancas al jinete de las barbas del oeste
Para después relinchar gozosa sobre el prado

Incapaz de monturas o de riendas
sólo el azúcar, las hierbas y los niños
y este mi jinete de potencia de centauro
para calmar mi sed
a pelo, entre los lomos

BENDICIÓN

Benditas sean las muchachas
Que usan rougen y rimmel
Beben vino con altos oficiales
Y por las noches
- espejos y medialuz-
Abren las piernas con decencia
Como cuando duele.

Benditas ellas, que al amanecer
Dejan su cerebro sobre el velador
Cogen el bolso

Benditas todas, hermosas ciegas
Princesitas que arrechan.
Pg. 459






viernes, 16 de marzo de 2012

HECES



Un hermoso poema de César Vallejo, hoy en homenaje a 120 años de su nacimiento.



Esta tarde llueve, como nunca; y no
tengo ganas de vivir, corazón.

Esta tarde es dulce. Por qué no ha de ser?
Viste de gracia y pena; viste de mujer.

Esta tarde en Lima llueve. Y yo recuerdo
las cavernas crueles de mi ingratitud;
mi bloque de hielo sobre su amapola,
más fuerte que su "No seas así!"

Mis violentas flores negras; y la bárbara
y enorme pedrada; y el trecho glacial.
Y pondrá el silencio de su dignidad
con óleos quemantes el punto final.

Por eso esta tarde, como nunca, voy
con este búho, con este corazón.

Y otras pasan; y viéndome tan triste,
toman un poquito de ti
en la abrupta arruga de mi hondo dolor.

Esta tarde llueve, llueve mucho. ¡Y no
tengo ganas de vivir, corazón!

miércoles, 14 de marzo de 2012

MANDOLINATA


poema de Leonidas N. Yerovi


Titina, tina tontina,
la de la voz argentina
y el aliento de jazmín,
sal a tu ventana, ingrata,
y oye la mandolinata
que te doy en el jardín.

Oye la trova que roba
con su dulcísima coba
la calma del corazón;
descorre la celosía
y acoge, princesa mía,
los ecos de mi canción.

Soy el bardo decadente
de númen incandescente,
que ama sin saber a quién;
el de las japonerías
y ritmos y melodías
aprendidos a Rubén.

Con mi cantata nocturna
quiero perfumar la urna
sacra de tu corazón,
y aquí tengo en la petaca,
para incienso, mirra y laca
que me ha prestado Fiansón.

Tu cabello es blonda seda
tu pura frente remeda
blanca faja de marfil;
luminarias son tus ojos,
cerezas tus labios rojos,
de medallón tu perfil.

Tu seno es tibia almohada,
tu cintura una monada,
tu cutis es de surah:
tu cuerpo un jarrón de Sevres
modelado por orfebres
amigos de tu papá.

Dos almendras son tus manos;
no hay pie, entre los pies enanos,
más menudos que tu pie...
y eres, en fin, por belleza,
por frescura y gentileza
un botón de rosa té.

Titina, tina, tontina,
siendo, como eres divina,
siendo como eres, así,
¿Por qué no asomas, ingrata,
y no te fijas en mí?

¿Será cierto que hay un viejo
que por paternal consejo
tu viejo esposo será?
¿Es posible que te vendas?
¿Qué no aceptes más ofrendas
que las que el viejo te hará?

Titina, tina, eso es feo;
no es decente y no lo creo;
¡Venderte al mejor postor!...
Una señorita honrada
no debe acatar por nada
más ley que la del amor.

A tí lo que te hace falta
según a la vista salta
no es un viejo rico, no:
es un trovador amante,
es un poeta que cante
como un mirlo, como yo.

Es un bardo decadente
que te ame y que te alimente
el alma en primer lugar,
que los demás apetitos
sólo son prosaicos gritos
del estómago vulgar.

Medítalo, pues, tontina,
la de la voz argentina,
y el aliento de jazmín:
no desestimes ingrata,
la prudentísima lata
que te doy en el jardín.

Mas si no oyes mi consejo
y crees hallar en el viejo
por su dinero, tu bien,
¡Anda y que Luzbel te tiente
y que el viejo te reviente
y te dure un siglo! (Amén).